Hay un tipo de grasa acumulada que no conseguimos eliminar ni con dietas, ejercicio ni tratamientos de aplicación tópica. Para estos casos extremos existe una solución mucho menos invasiva que la cirugía, y que se está implantando con gran éxito en los centros de medicina estética. Nos referimos a la cavitación, un método que remodela nuestro cuerpo eficazmente y con resultados visibles casi desde la primera sesión. ¿Hay algún punto intermedio entre los regímenes de adelgazamiento y la liposucción? En efecto, se está popularizando notablemente entre las clínicas de medicina estética un nuevo método que resulta excelente para reducir esas grasas acumuladas de las cuales no nos conseguimos deshacer ni con dietas, ejercicio físico ni otros tratamientos estéticos. Es una técnica no invasiva que ofrece resultados casi inmediatos y que requiere de varias sesiones para obtener los frutos deseados. Hablamos de la cavitación, todo un descubrimiento para aquellas quieren perder volumen de la manera más eficaz y menos agresiva.
Características
La cavitación actúa sobre los depósitos grasos localizados, actuando sobre ellos y liberándolos de grasa. Ésta se elimina después a través del sistema linfático y la orina.
· Es un método no invasivo ya que no es una intervención quirúrgica. No se requiere hospitalización ni anestesia.
· Un rodillo inteligente genera microburbujas de vacío de forma controlada; éstas producen la llamada cavitación, que son ondas ultrasónicas moduladas en múltiples frecuencias.
· Dichas microburbujas tienen un efecto de succión en el tejido conjuntivo, que es donde se encuentran las grasas, destruyendo la célula adiposa desde el interior. Es decir, las ondas generadas por el rodillo chocan contra las células adiposas destruyendo su membrana y liberando la grasa.
· Se realiza una sesión de cavitación de unos 40 minutos en la zona a tratar (nalgas, piernas y abdomen, por ejemplo), y a continuación se aplican otras técnicas de drenaje, masaje o presoterapia para facilitar la eliminación de las células grasas. Así, se evitará que se reabsorba de nuevo.
· Antes y después de cada sesión se recomienda beber abundante agua y realizar una dieta hipocalórica. Tampoco está de más hacer algo de ejercicio suave entre sesión y sesión (unas 72 horas como mínimo entre una y otra).
Ventajas de la cavitación
Además de que no es invasiva, permite atacar justo donde lo necesitemos por lo que los resultados siempre serán más precisos. Sus efectos se notan rápidamente, pudiéndose llegar a perder hasta 2 centímetros por sesión, según el caso. Comparado con otros sistemas, la cavitación no es demasiado incómoda para el paciente, que puede aguantar sin apenas molestias los 40 minutos que dure la sesión. Se puede notar una ligera sensación de succión que no es dolorosa en absoluto; por lo tanto, la piel queda lisa y sin traumatismos. Otra gran ventaja respecto a otros tratamientos es que mejora notablemente la circulación, elimina toxinas, aumenta el tono y la elasticidad de los tejidos y está comprobado que ayuda a regular el tránsito intestinal.
Cuánto cuesta y dónde realizarla
Se recomienda realizar un mínimo de 10 sesiones espaciadas en 3 días cada una, aunque cada caso es diferente. El precio de cada sesión suele rondar los 120 euros, aunque la mayoría de los centros suelen hacer bonos. En Madrid podemos realizarnos este tratamiento en Le Club, donde cada sesión cuesta 110 euros y consta de 45 minutos cavitación seguida de 30 minutos de presoterapia y 10 minutos de plataforma vibratoria. En Barcelona hemos dado con dos centros; el primero es Oxigen, cuyas sesiones cuestan entre 180 y 160 euros e incluyen cavitación y presoterapia. En la lujosa Augusta Natural los precios parten de 80 euros en sesiones de 50 minutos, de las cuales se recomienda entre 10 y 15. Después de la cavitación se realizan los tratamientos anticelulíticos pertinentes que contribuyen a una total eliminación de la grasa y las toxinas.
Fuente: MarieClaire.es