La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria ha elaborado una serie de recomendaciones para hacer frente a situaciones adversas
Los profesionales sanitarios vienen comprobando desde hace algún tiempo que la crisi económica está influyendo en la salud mental de la población.
Este año la vuelta a la rutina diaria está siendo más dura de lo habitual. Y no nos estamos refiriendo al tan traído y llevado síndrome postvacacional, sino a otro tipo de situaciones que están íntimamente ligadas a la actual crisis económica, y que según los profesionales sanitarios están incidiendo de lleno en la salud mental de la población porque son una fuente permanente de acontecimientos vitales estresantes. Según Luis Aguilera, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), “estos acontecimientos pueden ir desde el deterioro de las condiciones de trabajo, pasando por un aumento de la conflictividad laboral o la pérdida del puesto de trabajo hasta la repercusión que las dificultades económicas tienen en el entorno familiar, incluso, el riesgo del aumento de conflictos sociales provocados por un elevado nivel de irritabilidad”.
Y es que no resulta nada fácil hacer frente a una situación estresante que no ha creado uno mismo, de ahí el sentimiento generalizado de impotencia y desánimo que puede provocar en la gente. Por esta razón, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria ha elaborado una serie de recomendaciones para hacer frente a las situaciones adversas que se puedan presentar:
1. Delimitar el problema. Hay que tener en cuenta de que se trata de una situación pasajera y que, como ha sucedido en otros momentos de crisis, su duración es limitada.
2. Definir la intensidad del problema y los factores asociados al mismo. Es decir, hay que procurar aceptar la realidad tal como es y separar muy bien aquellos factores que no dependen directamente de nosotros mismos y que, por tanto, no podemos modificar, de aquellos otros sobre los que sí podemos actuar.
3. Hay que tener muy claros cuáles son los diferentes elementos sobre los que podemos influir para buscar alternativas. Por ejemplo, valorar si es posible bajar nuestro nivel de consumo; aumentar o mejorar nuestra preparación laboral; madurar una idea de desarrollo personal que estaba aparcada durante años…
4. Identificar soluciones o alternativas que sean viables, y dejar de lado aquellos proyectos que son difíciles de sacar en el momento actual.
5. Planificar soluciones. Hay que establecer un plan de acción y seguirlo para conseguir que las cosas cambien, priorizando y seleccionando las soluciones que hayamos elegido.
6. Reevaluación positiva o lo que es lo mismo: aprender de la experiencia. Seguro que en situaciones anteriores similares hemos sabido resolverlas y, por tanto, convencernos de que disponemos de recursos para salir adelante.
7. Buscar apoyo social. Es importante pedir ayuda a los amigos, conocidos, en la familia…
8. No volcar exclusivamente las expectativas de nuestro proyecto vital únicamente en el periodo vacacional. Y es que existen actividades gratificantes y baratas que pueden llevarse a cabo en nuestros ratos de ocio a lo largo de todo el año. Esto te ayudará a sobrellevar con mejor ánimo los tiempos difíciles.
9. Por último, para que nos sintamos mejor física y anímicamente es fundamental llevar unos hábitos de vida saludable como respetar las horas de descanso, llevar una dieta sana y equilibrada y no automedicarse.
Fuente: hola.combelleza