- La alopecia provoca en los afectados “una pérdida de confianza en sí mismos, hace que se sientan menos atractivos y más viejos”, y “dificulta las relaciones con el entorno social y familiar”. El impacto que la pérdida e pelo tiene sobre el estado de ánimo, la autoestima y las relaciones sociales y de pareja de los que la padecen es grande, provocando cuadros de ansiedad y depresión en numerosas ocasiones. El médico debe de ser consciente de ello, y no quitar importancia a lo que el paciente nos está refiriendo.
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ALGUNOS CONSEJOS Y ACLARACIONES
- El pelo debe lavarse con la frecuencia necesaria para que esté limpio. La frecuencia de lavado dependerá de las características del cuero cabelludo de cada persona y de las peculiaridades “ambientales”: trabajo, contaminación… Es falso el tópico de que lavarse el pelo todos los días favorece su caída.
- Lo que es verdaderamente imprescindible es utilizar el champú adecuado para cada caso, y nunca el gel de baño.
- Lo mejor para secarlo es hacerlo de forma natural, con la toalla, mediante suave fricción. Si ello no es posible puede usarse el secador con ciertas precauciones: utilizar a temperatura media y a una distancia de unos 10 cm. del pelo, cambiando de zona constantemente.
- No deben usarse peinados que provoquen tirantez en el cabello, pues pueden producir una lenta caída del mismo (y con el tiempo la frente es más amplia…).
- El cortarse el pelo con frecuencia o dejarlo “al cero” no hace que crezca más ni que caiga menos (aunque de ésta sensación por ser el pelo de menor tamaño, siendo menos visible la pérdida)
- La grasa no hace caer el pelo, aunque ambas circunstancias suelen ir asociadas. No es cierto que tapone el poro impidiendo la salida del pelo y ahogándolo hasta que muere.
- Ante un caso de caída del cabello, siempre hay que ponerse en manos del especialista médico, que determinará sus causas y prescribirá el tratamiento adecuado, basado en pruebas médicas y analíticas.
Fuente: Clínica Médicacapilar