La medicina preventiva se ha llevado a cabo durante mucho tiempo en distintos ámbitos del tratamiento de patologías. Sin embargo, actualmente se está produciendo un incremento en medicina estética preventiva. Las principales usuarias de este sector son las mujeres en torno a los 30 años.
La lucha por frenar los síntomas del paso del tiempo en nuestro aspecto ha provocado un aumento de pacientes en medicina estética preventiva de entre el 5 y el 10%. El tratamiento que se lleve a cabo dependerá de la edad del paciente, del estilo de vida que lleve y de su dieta.
Las personas que acuden a clínicas especializadas en busca de tratamientos preventivos son conscientes de su efectividad. Se enseña a los pacientes a cuidar su piel de forma sencilla para prevenir las arrugas y la pérdida de volumen. El número de consultas ha aumentado en todos los ámbitos y en todas las edades. Los jóvenes han introducido a los más mayores en este campo.
Los resultados que se consiguen son muy naturales, y evitan tener que llevar a cabo técnicas más agresivas como la cirugía estética. Las correcciones iniciales pretenden corregir arrugas de expresión. Para ello, es necesario personalizar los tratamientos, ya que cada persona envejece de forma diferente. En algunos casos solamente es necesario un mantenimiento correcto de la piel, hasta que empiezan a aparecer las primeras imperfecciones.
Para prevenir el deterioro de la piel, se utilizan técnicas no invasivas y muy seguras, que tienen efectos positivos inmediatos. Son mucho más eficaces que las cremas, y a la larga, más económicas. Estos tratamientos atajan la degeneración de la piel y frenan el envejecimiento, eliminando sus síntomas. Pueden considerarse métodos curativos para la salud de la piel.
Fuente: Instituto Médico Estético