Enrique Múgica, Defensor del Pueblo, es consciente de que la toxina botulínica o bótox, comercializado bajo la denominación de Vistabel, está siendo empleado en la actualidad para fines no autorizados. Ante esta evidencia ha propuesto una investigación para poder regular su uso.
Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), 1 de cada 5 consultas atendidas por los especialistas en medicina estética está relacionada con una mala aplicación de la toxina botulínica. Algunos expertos opinan que este uso temerario somete a los pacientes a una especie de experimentos que pueden dañar su salud.
El Defensor del Pueblo pretende poner orden en el empleo del bótox en España. En algunos casos se está utilizando para corregir problemas como la sonrisa gingival, donde la encía queda al descubierto. Las denuncias de pacientes que han ido llegando a la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Servicios de Salud son las que han dado pie a la investigación por parte de las autoridades sanitarias.
Los datos de la SEME hablan de que en España se han llevado a cabo unas 260.000 intervenciones estéticas con toxina botulínica desde que se aprobó el uso del medicamento en 2004, sin que se haya registrado ningún problema. El problema reside en que se han superado los límites dispuestos en la legislación en cuanto a zonas de aplicación. Otro inconveniente es que existe un mercado negro que comercializa la sustancia en centros no autorizados, como peluquerías y gimnasios.
En España, el uso del bótox solamente está autorizado en medicina estética para tratar las arrugas del entrecejo en adultos menores de 65 años. Además, solamente pueden aplicarlo los médicos que han realizado un curso de formación específico y han obtenido la licencia.
Fuente: Instituto Médico Estético